Tales Of Volmoria [Afiliación Élite] (cambio de Boton)

▸ Ambientación

Volmoria brilla bajo una mala y pérfida estrella. El libro del día y la noche, antigua reliquia que llevó muchos reinos a la muerte y destrucción, que ha sido custodiado por siglos y Rey Aelfric, soberano de Volmoria, ha hecho todo lo posible para ocultar el libro a los ojos de quien haría cualquier cosa para conseguir el poder… Un poder antiguo. Terrible. Capaz de doblar la naturaleza misma ante su voluntad, de oscurecer los cielos, de hacer caer cada estrella para iniciar un reino de pura oscuridad: Uriel de Engyraia, Señor de la Noche, sabe cuál es su destino y lo de su gente. Un reino de la noche, un reino en nombre de la sangre y el poder. Su reino. Su sed de poder no es la única. Un hijo de la luna ha traicionado su juramento, de servir y proteger la madre Terrah: Reina de los bosques y todo lo que hay en ellos. Todo con tal que conseguir el poder custodiado en el libro pero el señor de la noche se ha adelantado.

Rey Aelfric paga el precio de su silencio, su tentativa de ocultar el libro y mantener el secreto, es recompensado con la muerte. Los labios del señor de la noche sucios de su sangre tal como sus manos que ahora aprietan el libro para empezar una nueva época.

La Orden de la Luz que protegió el reino por siglos, tuvo como única elección la de combatir para proteger los volmorianos y permitirle de huir en las tierras libres mientras el reino venía tragado por las tinieblas y un antigua fuerza se despertaba. Ahora, la Orden manda una resistencia, deseosos de retomar aquel reino tan amado y devolverlo a los volmorianos, mientras tanto construyendo otro a los confines, a Este de la tierra.

Dicen que la historia es escrita por los ganadores. ¿Qué es lo que sucede cuando no hay una victoria marcada, que quienes quedan prefieren luchar a por la supervivencia que mantener vivo un recuerdo? En este cuento nadie vence, quizás solo el destino. La Historia queda sometida a un enorme vórtice de incertidumbre, desorden. El caos. En el ojo de la tormenta, las sombras y el verdadero enemigo siempre espera. Acosando, furtivamente siguiendo como predador a su presa, esperando el momento exacto para saltar y hundir los dientes sobre la carne expuesta.

Hay mucho para decir de una noche que pasó sin el brillo de la luna y estrellas. Los bosques gritaron, exclamando palabras que jamás fueron escuchadas. Solo la muerte espera a la Bestia que ha perdido la razón. Sin ella, las personas son menos que juguetes, piezas del destino, pergaminos a la merced del viento. Cuando la tormenta cae, y el poder amenaza a todo lo que se conoce, el monstruo se deja ver, la parte más auténtica de cada uno. Eron Farkas, un príncipe a quien, de poder hacerlo, su padre recibiría con los brazos abiertos. Los siglos le habían enseñado todo de su progenitor, la ley que gobernaba la tiranía de un reino. Lo que quieras, siempre has de tomar con propia mano y que los ríos de sangre marquen tu camino. La tierra misma había temblado, temerosa de las posibilidades, de lo que el uso de algo que iba más allá de cualquier ser podía ocasionar. Tomó ese ínfimo momento de temor para dar vuelta la página, que la sombra ocupara el lugar de la bestia. La traición era una palabra bien conocida en su línea de sangre, solo un monstruo puede con otro. Edon Farkas miraría a su hijo con total orgullo si su cuerpo no se encontrase alimentando la tierra. Buen trabajo, bien hecho . Una sonrisa sádica y otra que la despedía, el fin de una era y el inicio de otra resumidos a un solo aliento, un corazón que dejaba de palpitar.

La magia no puede ser detenida, no importa cuán grandes sean las manos. Rebeldes al otro lado, hubiese sido cuestión de tiempo ¿Qué mejor que usar las propias? Pryn decaía y no era tierra seca lo que estaba dispuesto a heredar. Para el nuevo rey, la tierra pide sangre, más sangre y esta se atrevía a tener nombre y apellido. Lobos libres, creed cuanto quisieran. Pryn posee nuevo soberano, y desde las sombras este hace bestias de lobos. Sangre contra sangre. Listo para conseguir lo que predecesores no pudieron, la era del lobo.

Elige entonces ¿Poder o Libertad?